Ahora que soy mamá, observo más a los pequeños, cuando vamos por la calle, en el consultorio médico, en el supermercado, en el parque, etc. solía poner menos atención a los niños, pero ahora tengo dos lo cual ha despertado más en mi ese interés.
Lo curioso es que hasta ahora me doy cuenta que la gran mayoría de ellos siempre lleva por lo menos un juguete, cabe mencionar que no lo note hasta que mi propio hijo de dos años comenzó a llevarse los suyos a todas partes. La verdad es que al principio no estaba muy de acuerdo con la idea, ya que además de cuidar a mi hijo tenía que cuidar que sus juguetes no se perdieran; sin embargo después de un tiempo comencé a tomar ventaja de ellos.
La verdad es que para Deus sus juguetes favoritos (en este caso Woody y Buzz Lightyear o "tuti y po yaye" como suele llamarlos él) llegaron en un momento muy importante y de muchos cambios en la vida de mi hijo, como fue la llegada de su hermanito, la entrada a la guardería, el tiempo de dejar el pañal y el biberón, en fin, pero con esos nuevos amiguitos a su lado la verdad es que muchas de las tareas comenzaron a facilitarse ya fuera la ducha que tanto negara darse, o el hecho de que no quería comer y que al decirle: "Mira a Woody que bien se lo come" al menos probaba lo que hubiera en el plato, la tortuosa toma de la medicina y ya ni hablar de convencerlo de sentarse en el bañito entrenador "Mira Buzz se sienta en su nica igual que tu". Nunca pensé que dos objetos de plástico pudieran hacer tanto por mi hijo
Es cierto que no podemos subestimar la importancia de los juguetes, un día frente a mi tía se me ocurrió decir: "Ash me choca porque ahora no nada más cuido a mi hijo sino a sus cochinos juguetes" y ella en tono de reproche me dijo: "Tampoco les digas así, porque ahorita para el son lo más importante en su vida" reflexionando no muy a fondo me di cuenta que tenía toda la razón.
En conclusión, puede que tu hijo cambie constantemente de preferencias, habrá veces que te desesperes porque hay un bulto extra en tu pañalera, o porque tienes que estar al pendiente de ese objeto cada instante (su ubicación, que no se dañe, que no se pierda cuando tu hijo se duerme en la calle, etc.) pero piensa que a tu pequeño(a) le da seguridad y lo acompaña, que es especial en su vida y no será toda la vida, así que el tiempo que dure esa fiebre hay que disfrutarlo.
Por último unos consejos:
- Procura siempre tenerlo a la mano para que si necesitas salir de emergencia no te retrase la búsqueda del sagrado gatito musical, por decir un ejemplo (el de mi ahijadito).
- Así sea la jirafa de peluche que todo mundo confunde con un dinosaurio (juguete favorito de Beto) o el famoso Dusty fumigavión (el nuevo consentido de Deus) no los olvides, ni los dejes en tu casa, porque el espacio que te ahorras en tu maleta del bebé no se compara con la angustia del berrinche que hace tu hijo al enterarse que no llevaste a su "tuti y po" a casa de su abuelita.
- Trata de que el personaje que le guste y que veas tan mono en el supermercado para comprárselo sea adecuado a su tamaño para que tanto él como tu puedan manipularlo con facilidad.
- Y por último y creo yo más importante, cuídalo, pero cuídalo mucho, en serio, como a una reliquia, evita a toda costa que se pierda, o se dañe y quede irreparable, porque ahí ni el mismísimo Buzz Lightyear en persona podrá rescatarte. Por suerte no me ha sucedido pero temo constantemente que ese día llegue.

Muy padre tu Blog Luz, muchas felicidades, saludos desde Monterrey ;)
ResponderBorrarMuchas gracias Tere, vamos comenzando ;)
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