jueves, 22 de octubre de 2015

Un respiro

Yo creo que a todos nos ha pasado al menos una vez, que sentimos que todo lo que hacemos no es suficiente, que por más que nos esforcemos no parece haber resultados y entra un sentimiento profundo de frustración y decepción.

Cuando eres mamá este sentimiento lo tienes muchas veces, parece que todo lo haces mal, sientes que eres insuficiente, a veces te comparas y ves a las otras "super mamás" y no te explicas como logran hacer tantas cosas; es como si tuvieras un recipiente enorme de agua, lleno de agujeros y quisieras taparlos todos con tus manos para que no se escape el agua, pero no lo consigues, muchas veces esa es la sensación que tengo.

Como por ejemplo el mes pasado  que me llamaron de la guardería de los nenes para tratar asuntos de uno de los peques, bueno salí de ahí sintiéndome muy triste, me dicen que mi hijo va atrasado respecto a los otros niños de su edad en el lenguaje, además que es muy inquieto (es un niño, y siendo muy sincera tampoco significa que sea incontrolable ni mal educado) que a veces no quiere seguir indicaciones y pareciera que ni escucha a las misses, que le hace falta atención, que hay que integrarlo en las actividades familiares, que tenemos que pasar más tiempo con el en lugar de hacer otras cosas, que no hay que desatenderlo por atender exclusivamente a su hermano la verdad es que no se porque dicen eso si siempre estamos los cuatro juntos y tratamos de no darle preferencia a ninguno de los dos, y en caso dado de que alguno requiera más atención tratamos de no descuidar al otro.

A veces es muy abrumador no sentirse suficiente y pensar en que fallas en todo. Tranquila, respira hondo y ve las cosas positivas, todos estamos en ese proceso de aprendizaje, es cierto que las personas a tu alrededor pueden llegar a desanimarte, como cuando hacen comentarios de este tipo:

¿Cómo que no te deja hacer nada? ese no es pretexto, cuando yo tuve a mis hijos hacía esto y aquello...."
A veces tu propia mamá te desalienta:
Yo estaba sola, y podía hacer todas las cosas, ir al mercado, hacer la comida, recoger la casa, cuidarlas.....
Te dan ganas de decirles: "Lo siento pero yo no soy tú".

En fin cuando estes en esos momentos, tomate una respiro, consiéntete, dile a tu esposo o a quien quieras que cuide a tu nene mientras te tomas un baño, y el tiempo suficiente para arreglarte maquillarte vestirte como tú quieras con toda la calma del mundo y no con las carreras de todos los día, verás que ese pequeño respiro te ayudará enormemente.

 

sábado, 10 de octubre de 2015

Lo que no me dijeron que pasaría al tener a mi bebé

Cuando estás embarazada y comienzas a comentarlo con todo el mundo, te hablan de lo difícil que es, de que no volverás a dormir, que tu tiempo ya no será tuyo, que es muy costoso traer a un bebé al mundo. Ya cuando estás en una etapa más avanzada, te recomiendan que tipo de ropa comprar, que objetos son indispensables para los primeros días, te recomiendan que duermas mucho, que descanses, te platican como será al principio, cosas asi. Sobre el parto te dicen que duele mucho, o que la herida (en caso de cesárea) puede no cerrarse tan fácilmente, que trates de estar consciente en todo momento para que no se cometa ningún error, etc.

Bueno pero hay algunos "pequeños" detallitos que yo hubiera agradecido mucho que  alguien me comentara; probablemente nadie lo comenta porque no es algo tan agradable como todo lo demás, y muy probablemente no lo dicen para no asustarte. Pero de verdad si yo hubiera sabido como iba a ser la ida al hospital la primera vez que tuve un hijo, muy probablemente me hubiera mentalizado y no me molestaría tanto recordarlo, soólo hubiera sido una parte más del proceso.

1. Olvídate de la palabra Intimidad.

Si la tienes en tu vocabulario ¡Olvídala! en cuanto llegues al hospital cualquier persona que esté en ese momento atendiéndote tendrá por decirlo así la obligación y derecho de examinarte, y por si fuera poco, si no vas a estar en un hospital privado (como fue mi caso) pues prepárate, porque todo un batallón de médicos internos, especialistas y enfermeros acudirán a conocer aquella parte de ti que consideras tan tuya, como si fuera el gran espectáculo o como si no hubiera algo mejor en la cartelera del cine, así que lo único que te queda es la resignación.

2. El pudor no existe.

Otra cosa muy relacionada a la de arriba es que en cuanto la enfermera te dice "por favor quítese la ropa y póngase esta bata" tu obedeces y te callas, o cuando el médico va a revisar en que parte de la labor de parto te encuentras y dice "por favor abra sus piernas, la voy a revisar" ¡Dios, qué difícil se hace! repito que yo estoy platicando cómo fue mi experiencia en un hospital que por derecho me corresponde como trabajadora, dígase público.

3.Come ligero.

Bueno debo decir que sabemos que debemos comer ligero durante los últimos días del embarazo, pero de repente nos damos "escapaditas" bueno pues yo te digo que te esperes hasta que tengas a tu bebé para darte esos pequeños gustos, porque el día que ingresé al hospital yo sólo iba para una consulta de rutina y para que me tomaran el último ultrasonido y después me iría contenta a mi casita, pero ¡Oh sorpresa! cuando el doctor me dijo que mi placenta ya estaba en grado 3 y que tendría que quedarme porque ya estaba comenzando mi labor de parto, ese día me había embutido una de las grandes hamburguesas de ese famoso restaurante de comida rápida, bueno fue un error por suerte no pasó a mayores consecuencias pero si fue muy incómodo. Pero en serio, la razón por la que no es bueno comer tanto es porque al momento de dar a luz, con el esfuerzo podemos expulsar materia fecal, no me ha pasado pero supongo que ha de ser un poco desagradable y vergonzoso, aunque es completamente natural.

4. Depílate.

Esto probablemente ya lo sepas, nadie te habla de estas cosas porque son muy íntimas, pero si es que no lo sabías pues tómalo en cuenta, esto es necesario porque facilita cualquier procedimiento que sea necesario realizarte, mi recomendación es que lo hagas antes de ir al hospital, porque si lo haces en el hospital es muy incómodo, y en mi caso me confié de que todavía tenía tiempo y ellos fueron los que lo hicieron ¡Y me cortaron! Sí, lo hicieron, así que mejor hazlo tú en casita con ayuda de un espejo, o de tu esposo o de tu mamá, es penoso, pero me lo agradecerás.

5.¡Ouch!

El parto normal, es un proceso muy doloroso, no voy a mentir en este punto, pero la epsiotomía arde horriblemente, por si no sabes que es la episiotomía te doy una breve explicación, la episiotomía es un corte que te hacen en caso de ser necesario, y es para evitar un desgarre, como es una decisión que se toma en el momento según los médicos consideren la hacen sin anestesia, así que realmente arde mucho. 

6. Momentos después del parto.

Es muy importante que te mantengas lo suficientemente consciente, claro en situaciones normales, para saber en qué condiciones se encuentra tu bebé, para responder cualquier pregunta que te hagan los médicos, este punto es muy importante porque después del parto da un cansancio que de verdad te impide mantenerte despierta mucho tiempo, así que es necesario que comentes si eres alérgica a algún medicamento, también saber si necesitan realizarle algún procedimiento a tu bebe.

7. En la recuperación.

Bueno sé muy bien que vas a sentirte como si tu cuerpo no pudiera moverse, cada parte de ti te dolerá, si fue un parto natural, si es cesárea, no hay mucha diferencia (ya pasé por las dos), pero tienes que tratar, porque ahora ya tienes un bebito esperando por ti, bueno durante las primeras horas, las enfermeras o tus familiares te lo pasan y te ayudan, pero después comienzan a dejar que tú lo hagas para que vayas agarrando el ritmo.

8. La Cesárea

Tuve a mi segundo hijo por medio de la cesárea, la verdad para mi no fue tan doloroso, pero no por eso significa que no lo sea, además que hay gente que es más susceptible al dolor, pero lo cierto es que como es un proceso quirúrgico requiere más reposo, además de que puede haber algunas complicaciones.

9. ¡¿No puedo salir del hospital si no QUÉ?!

Así sea en un hospital privado o público, no sé porque es tan importante, pero de verdad todos te preguntarán si ya fuiste al baño a hacer "popo", es como un requisito básico que si no cumples no te dejan ir, bueno sobre esto debo decir que nunca me dio tanto miedo como el que me dio ir a hacer del baño, porque también duele y mucho, y con la episiotomía arde, a ésto suma que hay una enfermera al otro lado de la puerta para corroborar que de verdad hiciste del baño, lo que lo hace todavía más difícil e incómodo. 

En fin hay muchas cosas que suceden en el hospital, solo recuerda que cualquier dolor, o disgusto o vergüenza valen la pena con tal de poder cargar a tu pequeñito en tus brazos y decirle cuanto lo amas.

Cada experiencia es diferente, yo lo cuento conforme a la mía, trata de ser amable con el personal del hospital porque así facilitas todo, además que te atienden con gusto y sin necesidad de tener discusiones. Probablemente faltan muchas cosas por decir pero siento que éstas son las más relevantes.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Hermanito Menor

La llegada del hermanito menor puede ser algo realmente difícil, más si tu hijo mayor aún es muy pequeño para comprender que llega un nuevo integrante a la familia con quien tendrá que compartir el cariño y la atención de sus papás. Ahora todo el tiempo que era absolutamente para él tiene que dividirse.
Los primeros meses son realmente difíciles porque estás acoplándote a todos los cambios, imagínate ahora a tu hijo que no solo se adapta a los cambios sino a una personita nueva, que es como un pequeño "intruso" en su mundo. Bueno la verdad es que dicho así suena terrible, pero con el tiempo ese pequeño ser se va ganando poco a poco su lugar en el entorno de su hermano.
A mi me sorprende que desde pequeños cada bebé tiene su propio carácter, mi niño más pequeño es bastante temperamental, por no decir muy exigente y poco amigable cuando quiere algo (y eso que tiene 8 meses, no quiero imaginarme como será después) así que prácticamente es muy hábil consiguiendo lo que quiere.
Pareciera que los hermanos menores traen integrado un chip con una configuración que los hace muy inteligentes para obtener sus objetivos, son pequeños manipuladores, además de que gozan con la ventaja de ser el pequeño y de que reprendes al mayor cuando llega a ser brusco con él, o no quiere prestarle algún juguete, situaciones muy comunes, y claro sin mencionar que son adorables y muy graciosos, saben que la atención pronto se centrará en ellos.

Hay que procurar no descuidar al más grande, recuerda que él también necesita de sus padres, y por muy lindo y adorable que sea su hermanito no deja de atraer toda la atención, en ocasiones cometemos el error de poner todas las miradas en el pequeño, sobre todo si es que comienza a hacer alguna payasada, o le salen los dientes, o empieza a balbucear sus primeras palabras, y con todo eso a veces "olvidamos" por decirlo así, que nuestro hijo más grande esta ahí viendo todo el cariño y la atención que se le da a su hermanito, es normal que pase, así que no te angusties ni te sientas culpable, solo trata de que haya un equilibrio para que ninguno de los dos se sienta desplazado.
Por último unos consejos:
  • Si es que apenas te enteraste de que un nuevo integrante va a llegar a tu familia, trata de incorporar a tu(s) hijo(s) en todo lo que tenga que ver con el nuevo bebé, como en la compra de la ropita, la decoración del cuarto del bebé, la cuna y cosas así, hazle saber a tu hijo que su opinión también cuenta, si aún es muy pequeño para ayudarte a decidir ese tipo de cosas platica con él, explícale que algunas cosas van a cambiar pero nunca dejes de decirle lo mucho que lo quieres y que lo vas a seguir queriendo aunque llegue un hermanito.
  • Lo primero que yo te recomiendo que hagas al llegar a casa con el nuevo bebé es presentárselo directamente a su(s) hermano(s).
  • No dejes solo a tu hijo mayor, aunque sea más independiente, eso no significa que ya no necesite más de ti.
  • Enséñale al más grande a compartir sus cosas, pero cuídalas, los bebés no miden su fuerza y azotan las cosas porque les gusta hacer ruido y que las cosas se mueven, así que tú eres el responsable de que no las rompa o las dañe, como con los juguetes, además si tu hijo(a) ve que dañaron alguna de sus pertenencias, después no querrá prestarlas de nuevo.
  • Dale el tiempo necesario a tus hijos, es un poco difícil, pero es algo necesario, tomte el tiempo para que se den cuenta de lo mucho que los quieres.
Bueno, eso es todo por ahora, espero que les sirva de ayuda.



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lunes, 31 de agosto de 2015

La Hora de Dormir

¿Cuántas veces te ha pasado que estás completamente exhausto, y lo único que quieres es llegar a la cama para dormir y olvidarte de todo, y de pronto volteas y te das cuenta que la minipersona que está a tu lado tiene toda la batería llena?
Bueno pues a mi muchas, muchas veces, y es que es tan frustrante que ya estás imaginándote la suavidad de tu aposento y de pronto ver que no te puedes dormir porque unos lindos piecitos todavía andan por toda la casa; incluso cuando no caminan pero quieren seguir jugando o están tan cansados que extrañamente no consiguen conciliar el sueño y sabes que en ambos casos no puedes simplemente quedarte dormido y dejar que el mundo siga su curso, porque es altamente peligroso .
Es en este punto cuando empieza lo que yo llamo "la travesía nocturna" porque hay ocasiones en que la situación te sobrepasa y literalmente estás más dormido que despierto, pero te mantienes en pie por, yo que se, "inercia" así que haces lo posible porque tu pequeño duerma, pero no es tan fácil, ¿de donde sacan tanta energía a tan altas horas de la noche? que alguien me lo explique por favor.
Bueno con el tiempo, leyendo y escuchando muchos consejos, algunos útiles, algunos no tanto, vas dominando la técnica. Una de las cosas que me ha funcionado bastante bien es hacer un "ritual del sueño" lo que quiere decir que pongas una rutina para la hora de dormir. me refiero a que hagas una serie de acciones cada noche que ayuden al pequeño a saber que ya es la hora de dormir.
Cuando los niños son muy pequeños la verdad es que no cuesta tanto trabajo que se duerman, claro que hay sus excepciones, pero en la mayoría de los casos basta con darles un baño, amamantarlos, darles el biberón, o simplemente arrullarlos y cantarles suavemente; pero conforme van creciendo el que se duerman a veces parece mas bien una proeza y estas pequeñas acciones que hacíamos al principio no parecen ser suficientes.
Es aquí cuando podemos intentar hacer una rutina, yo por ejemplo he probado varias que me han funcionado bien y que en seguida mencionaré.

1. Un buen masaje le agrada a cualquiera.


Me acuerdo que cuando mi hijo mayor comenzó a tener estos problemitas, empezamos a buscar soluciones en internet, revistas y lo que se nos pusiera en frente, porque llegamos a un punto en que ya no rendíamos y el plácidamente dormía mientras nosotros nos la veíamos muy difícil en el día, fue ahí cuando leímos lo de hacer una rutina, la primera fue intentar darle un masaje, ya que esto lo relaja bastante, porque aunque muchos no lo crean los bebés se estresan fácilmente y esto les ayuda a estar tranquilos a la hora de dormir.
Cuando se acerque la hora de dormir, dale a tu bebé un baño, apapáchalo y juega con él mientras dure, después cuando termines de secarlo ponlo boca abajo, y con aceite para el cuerpo, dale masajes circulares en su espaldita, los brazos, las piernas, los pies, en el pechito y la pancita, después vístelo con su pijama (esto es importante porque después sabe que cuando le pones la pijama es porque pronto tendrá que dormirse).

2. Una dulce canción, para un dulce bebé.


Sí, aunque tu voz no sea la más privilegiada tu bebé la conoce desde que estaba en el vientre, y la verdad es que no importa la edad, seamos sinceros a la mayoría de nosotros nos reconforta escuchar la voz de mamá cuando estamos en situaciones complicadas, hubo un tiempo en que Isaac se despertaba cada noche llorando y sólo cuando comenzaba a cantarle quedaba plácidamente dormido, ¿Qué puedo decirles? canto hermoso (bueno la verdad es que no pero ¡hey! se vale soñar)

3.Buen ambiente, buena música, Morfeo voy a tus brazos.


Bueno ésta sí es infalible al principio cuesta trabajo pero los niños son como el agua, se adaptan tan rápida y fácilmente que es muy sorprendente.
Llegada la hora de dormir, apaga la luz, no hables, pon música suave y deja que el sueño haga lo demás, probablemente tu niño se angustie al principio, más si está acostumbrado a dormir con la luz prendida, si ya esta un poco más grande hazle saber que no pasa nada, que todos van a dormir y mañana habrá mucho tiempo para seguir jugando. Esto nos funcionó muy bien a mi esposo y a mi, y nos sigue funcionando, parece magia, a penas oye Beto (mi hijo más pequeño) la música y parece que le dan un sedante, claro que si tiene hambre le doy primero su leche aunque muchas veces esto ya no es necesario, y bueno con Deus también funciona aunque no tan instantáneamente. Al principio nos preocupábamos de que la música fuera clásica o instrumental, con el tiempo descubrimos que el género no es tan importante, claro tampoco significa que le pongas música horrible a tu hijo.

En fin, hay muchas cosas que puedes probar para dormir a tu bebé, solo se necesita un poco de constancia y conocer a tu hijo, habrá a quien le guste la música, los cuentos, los masajes, una sabanita, los cantos, o simplemente que mamá y papá se tomen cinco minutitos para hacer mimos y ya está. Confía en mi ¡Las rutinas funcionan!
photo credit: SJ via photopin (license)

domingo, 21 de junio de 2015

Consejos para los primeros días del bebe

Como dije en mi último post, los primeros días del bebé son realmente difíciles y aterradores, y más cuando eres mamá primeriza.
Es por eso que decidí escribir algunos consejos que creo que serán de utilidad si estás pasando por estos felices y complicados momentos.

1. Conserva la calma.

Primero que nada ten en mente de que nada va a volver a ser igual, y que muchas cosas no serán como las imaginabas. Trata de no ponerte de mal humor y menos con las personas que solo quieren ayudarte, la maternidad es como las emergencias, si te pones histérica nada se solucionará.

2. Conoce a tu bebé.

Sé que al principio el llanto del bebé puede ser verdaderamente frustrante, te preocupa el no saber que le pasa, si le duele algo, si tiene hambre, sueño, esta sucio del pañal; a esto le sumamos que tu cuerpo no esta en las mejores condiciones porque literalmente te duele todo y no tienes la agilidad que quisieras para acudir de inmediato. Tranquila, toma en cuenta que el llanto es su única forma de comunicarse, no necesariamente tiene que ser algo malo, pronto reconocerás qué es lo que necesita o si tiene alguna molestia. Imagina lo cómodo que estaba en tu vientre y ahora se enfrenta a un mundo enorme.

3. Aprovecha los momentos en calma.

La hora de la siesta de tu bebe es el momento ideal para muchas cosas, ya sea almorzar o darte un baño o recuperar unas horas de sueño. Relájate un poco, observa como duerme, no sabes que reconfortante y tranquilizador puede ser esto, el verlo ahí después de una larga espera, tan tranquilo y contento no tiene precio.

4. Aprovecha las visitas.

Principalmente las visitas de tu mamá o tu suegra o en otros casos de tus hermanas, tus cuñadas o alguna amiga de mucha confianza, ese tiempo es valiosísimo en ese lapso puedes bañarte con calma, comer tranquilamente y tal vez arreglarte un poco no está demás.

5. ¡No olvides a tu esposo!

Con tanto movimiento y locura por el nuevo bebe, a veces olvidamos, sí lo acepto, a la persona sin la que todo esto no sería posible y es el nuevo papá. Demuéstrale que sabes que sigue ahí, apoyándote, acompañándote, y porqué no, soportándote, involúcralo en todo, ya sea el baño del bebé o el cambio de pañal, y también dale tiempo, platica con el, pregunta cómo le fue en el trabajo o si pasó algo durante el trayecto; todo lo que esta pasando también es nuevo y difícil para él, así que también necesita que lo escuchen y que mejor que sea su compañera de vida quien lo haga. Además aceptémoslo, muchas veces estamos ansiosas de que llegue para relevarnos y tener un respiro.

6. Organízate.

Hay muchas cosas que como primerizas no sabemos hacer, como el cambio de pañal o el baño.

Para estas 2 situaciones en específico:
  • Ten a la mano todo lo que vas a ocupar, toallitas húmedas, pañal, cambiador, pomada. O para el baño su toalla, su ropa, el jabon, la bandejita para el agua, la crema o aceite, si le pones loción, esto ayudará a que el proceso sea más rapido.
  • Prepara otra muda, porque nunca falta que al bebé le de frío y haga de las suyas.
  • Trata de que al momento de cambiarlo o bañarlo este tranquilo, porque si está llorando solo empeorará y te pondrá nerviosa haciendo que probablemente entorpezcas y te tardes más en la labor.

7. Cuídate.

No eres la mujer maravilla, toma en cuenta que el parto es un momento complicado para tu cuerpo, necesita recuperarse para volver a la normalidad, acepta la ayuda de tu familia, sí, es probable que no se hagan las cosas como estás acostumbrada a hacerlas pero agradece el esfuerzo de los demás (sobretodo de tu esposo) y descansa y aliméntate bien, recuerda que ahora hay una personita que depende completamente de ti, y tienes que estar sana para poder cuidarla.

8. Háblale a tu bebé

Así como le hablabas cuando estaba en tu vientre hazlo ahora, él conoce perfectamente quien eres y oir tu voz lo reconforta y tranquiliza incluso cuando está dormido.

9. No temas ser exagerada.

Recuerda que estás aprendiendo, hay situaciones que nos asustan mucho, no temas acudir al doctor si piensas que algo va mal con tu pequeño, no te avergüences es mejor "exagerar" que andarte culpando y lamentando después.

Y por último.....

10. Disfruta cada instante.

En ésta época en que es más importante compartir en facebook que vivir el momento, nos perdemos de muchas cosas, recuerda que tu hijo sólo será bebé una vez, las redes sociales, los dispositivos y la tecnología seguirá evolucionando, pero los momentos que te regale tu pequeño jamás volverán, es muy hermoso poder capturar ese momento en una foto pero si no tienes tu cámara o celular a la mano resígnate y disfruta.

Estos son consejos que te doy de acuerdo a mi experiencia, recuerda que al final de cuentas tú eres la que decide qué es lo mejor para tu bebé, no temas seguir tu instinto de madre ya que pocas veces falla.

miércoles, 3 de junio de 2015

Los primeros días del bebé

Apuesto a que muchas mamás primerizas se sentirán identificadas con esto.

Por fin vas a salir del hospital con tu pequeño, te despides y agradeces a las enfermeras y doctores que te atendieron, y piensas que ya te vas a casa disfrutar de tu bebé; ves a tu esposo o a tú mamá en algunos casos y sientes unas ganas incontenibles de llorar, de que te abracen y solamente llorar, porque estás muy feliz, porque pasaste un momento muy difícil y doloroso, porque no puedes creer el maravilloso ser al que le diste vida, porque te sentías sola, en fin por muchos sentimientos encontrados.

Después pasas por todos los protocolos de seguridad del hospital, y cuando se termina la identificación y te felicitan te sientes inmensamente feliz; pero tan sólo unos minutos después ya en el auto entras en pánico cuando el bebé te pide de comer, y remover el cobertor y tu ropa para poder alimentarlo se vuelven una misión imposible, te desesperas un poco y piensas: "Dios, era tan fácil cuando la enfermera me lo pasaba y solo traía puesta la bata".

Ya en casa, y después de una gran bienvenida, hay tranquilidad, que dura 5 minutos porque el bebé pide de nuevo de comer, además que tiene sucio su pañal, lo cambias nerviosamente porque no deja de llorar al momento que lo haces, y crees que probablemente lo estas lastimando o le duele algo porque de verdad ¡Cómo llora!

La primer noche es realmente frustrante, porque para empezar te duele cada centímetro de tu cuerpo, te mueves muy lento pero quisieras ser Flash para poder estar ahí en el momento en que empieza a llorar, a parte de que estás realmente cansada y tu esposo ni se diga después de estar al pendiente de ti cada momento. Le das de comer al bebé y estas angustiada porque no saca el aire y tienes miedo de que le de cólico, cuando se queda dormido de nuevo ahora eres tú la que no puedes dormir:
¿Y si llora y no lo escucho? ¿ Y si no está respirando y no me doy cuenta? ¿Y si se le regresa la leche y comienza a ahogarse?
 La segunda noche es igual de difícil, pero al menos ya sabes lo que te espera.

El primer baño ¡Que miedo! la verdad es que gracias a Dios mi mamá nos ayudó a bañarlo la primera vez (bueno cuando digo ayudó realmente me refiero a que hizo todo el trabajo difícil, y nosotros torpemente la asistíamos) pero te da mucho temor, de que se resbale, o trague agua, o le entre agua en los ojos o los oídos, y a parte de todo si llora desconsoladamente te angustias más.

Pasan dos días tal vez y entras en pánico porque no ha evacuado, y te alarmas, que tal si no está funcionando bien su intestino, y si le duele, no sabes si seguir dándole de comer porque no saca nada, no sabes si llevarlo al hospital; y luego...

...los cólicos, malditos cólicos, te sientes tan impotente, porque llora y llora y por más que haces no puedes calmar sus llanto (por eso precisamente es bueno hacer que saque el aire después de comer) y así es hasta que poco a poco te acostumbras y comienzas a controlar la situación y a no querer correr en círculos cada vez que llora desconsoladamente.

Sí, es muy difícil, porque cuando estás en el hospital estás rodeada de doctores y enfermeros que saben como actuar, pero cuando sales y estás en tu casa te enfrentas a todo lo desconocido. A todo eso le sumamos que casi no duermes, que te miras en el espejo y te dan ganas de llorar de verte tan demacrada, que tu esposo se tiene que ir a trabajar y te gustaría que se quedara todo el día contigo, que tus horarios de comida están completamente descontrolados, que no puedes tomarte un baño que dure más de 10 minutos, que produces mucha leche o al contrario no produces casi nada; en fin, incontables cosas que suceden. Y cuando crees que no puedes, que la angustia es tanta que sólo quieres llorar, lo ves ahí, acostado, con esa fragilidad, con su carita llena de inocencia, y te sientes en el cielo y es justo en ese momento en que sabes que todo, lo que sea, vale la pena, cada detalle, cada esfuerzo, cada lágrima todo vale la pena si puedes disfrutar ese momento de verlo dormir.

En el siguiente post consejos durante estos primeros días tan difíciles.

photo credit: Crinkles via photopin (license)p://

viernes, 29 de mayo de 2015

Del Bolso a la Pañalera

Debo aceptar que cuando nació mi primer bebé hubo algunos cambios que no esperaba, sí, sabía que las horas de sueño se reducirían, y sí, sabía que "mi tiempo" iba a dejar de ser mío, no me malinterpreten, es algo que con gusto acepté, hubo muchas sorpresas, por ejemplo, aunque suene lógico, no pensé que no iba a poder mantener una blusa limpia durante todo el día sin manchas de leche, vómito de bebé o algunas de sus gracias embarradas en mi.

Pero entre todo eso hubo algo casi imperceptible, durante mis primeros 42 días de mamá (tiempo de mi incapacidad) no lo noté, ni lo pensé si quiera, porque estaba "recluida" en mi casa; pero solo bastó con la primera semana que me fui a trabajar para saber que debía renunciar a mi bolso de mano, no soy fanática de llevar conmigo todo un arsenal, pero debo aceptar que me gusta llevar al menos un libro, algo de maquillaje, tal vez perfume, hilo y aguja, aquellos "paquetitos" rosas por si alguna emergencia, mi cartera, un chocolate (me encanta), bolígrafo y un cuaderno, y por si las "moscas" una navaja multiusos (lo bueno es que no soy fanática) bueno.

Como decía, bastó la primer semana de ir al trabajo para saber que no iba a poder llevar todo eso más la pañalera de mi bebe, el transporte público una pesadilla, subirme a un taxi toda una hazaña, lograr sentarme sin aplastar alguna de las dos, definitivamente imposible. Así que comencé a utilizar una bolsita en la que solo cabe un diminuto monedero, mis llaves, mi celular y mis credenciales y si quería llevarme algo adicional lo metía en la pañalera y listo.

¿Suena vanidoso? ¡Lo es! pero díganme apoco no es hermoso cargar con tu "kit" básico Lo realmente triste es cuando en la mochila del bebé no cabe lo que necesitas, y buscas espacio y dices: "Tal vez si dejo tal cosa pueda llevarme....." ¡Pero no! porque sabes que todo lo que llevas ahí dentro puede llegar a ser necesario para el bebito, así que lo que queda es resignarte. También puedes optar por usar una de esas hermosas pañaleras que parecen bolsos, pero no hay que engañarnos, la verdad es que no nos pertenecen.

Mi consejo: Aprende a ser práctica, no te queda de otra (Si Chelito te lo digo a ti, Chelito es mi hermana para futuras referencias) no cargues con tantas cosas, porque en un momento dado o cuidas mochilas o cuidas bebe, obvio lo segundo es mas importante, además ¿Qué necesidad hay de casi morir en el intento de ir de tu casa al trabajo y viceversa? sin mencionar que toda la gente al rededor te maldice porque ya los golpeaste, o te atoraste entre ellos y no puedes bajar en la estación que te c
orresponde (experiencia personal) así que hazte un favor y facilita tu vida.

Por último, los básicos de la pañalera:

  • Obviamente pañales, llévate al menos 3 más de los que normalmente ocupa en un día tu bebé, nunca sabes cuando se le va a ocurrir al pequeño usar de más o que alguno se te rompa y quede inservible (sí, eso pasa, hasta a las mejores marcas).
  • Toallas húmedas y pomada para las rozaduras.
  • Un cambiador. Aunque el restaurante, o el cine tenga cambiador, nunca falta la "chistocita" que deje sucio el lugar, evita a tu bebé ese tipo de situaciones.
  • Yo recomiendo 3 mudas de ropa, aunque cada quien tiene sus preferencias (no olvides calcetines).
  • Sus biberones, leche y en caso de que ya ingiera alimentos, sus papillas.
  • Agua.
  • Una perilla para sacar los moquitos, ellos son pequeños y no saben expulsarlos, lo que les dificulta respirar a veces.
  • Corta-uñas  (a los nenes les crecen rapidísimo y cuando te das cuenta ya tiene un rasguño en su carita).
  • Gel antibacterial.
  • Loción (¿A quién no le gusta abrazar a un bebé que huele muy rico?).
  • Algún juguete.
  • Una sabanita o cobijita extra, según el clima.
  • Y muy importante, si está enfermo no olvides sus medicamentos y si puedes un termómetro (esencial).

lunes, 25 de mayo de 2015

El Juguete Favorito

Ahora que soy mamá, observo más a los pequeños, cuando vamos por la calle, en el consultorio médico, en el supermercado, en el parque, etc. solía poner menos atención a los niños, pero ahora tengo dos lo cual ha despertado más en mi ese interés.

Lo curioso es que hasta ahora me doy cuenta que la gran mayoría de ellos siempre lleva por lo menos un juguete, cabe mencionar que no lo note hasta que mi propio hijo de dos años comenzó a llevarse los suyos a todas partes. La verdad es que al principio no estaba muy de acuerdo con la idea, ya que además de cuidar a mi hijo tenía que cuidar que sus juguetes no se perdieran; sin embargo después de un tiempo comencé a tomar ventaja de ellos.

La verdad es que para Deus sus juguetes favoritos (en este caso Woody y Buzz Lightyear o "tuti y po yaye" como suele llamarlos él) llegaron en un momento muy importante y de muchos cambios en la vida de mi hijo, como fue la llegada de su hermanito, la entrada a la guardería, el tiempo de dejar el pañal y el biberón, en fin, pero con esos nuevos amiguitos a su lado la verdad es que muchas de las tareas comenzaron a facilitarse ya fuera la ducha que tanto negara darse, o el hecho de que no quería comer y que al decirle: "Mira a Woody que bien se lo come" al menos probaba lo que hubiera en el plato, la tortuosa toma de la medicina  y ya ni hablar de convencerlo de sentarse en el bañito entrenador "Mira Buzz se sienta en su nica igual que tu". Nunca pensé que dos objetos de plástico pudieran hacer tanto por mi hijo

Es cierto que no podemos subestimar la importancia de los juguetes, un día frente a mi tía se me ocurrió decir: "Ash me choca porque ahora no nada más cuido a mi hijo sino a sus cochinos juguetes" y ella en tono de reproche me dijo: "Tampoco les digas así, porque ahorita para el son lo más importante en su vida" reflexionando no muy a fondo me di cuenta que tenía toda la razón.

En conclusión, puede que tu hijo cambie constantemente de preferencias, habrá veces que te desesperes porque hay un bulto extra en tu pañalera, o porque tienes que estar al pendiente de ese objeto cada instante (su ubicación, que no se dañe, que no se pierda cuando tu hijo se duerme en la calle, etc.) pero piensa que a tu pequeño(a) le da seguridad y lo acompaña, que es especial en su vida y no será toda la vida, así que el tiempo que dure esa fiebre hay que disfrutarlo.

Por último unos consejos:
  • Procura siempre tenerlo a la mano para que si necesitas salir de emergencia no te retrase la búsqueda del sagrado gatito musical, por decir un ejemplo (el de mi ahijadito).
  • Así sea la jirafa de peluche que todo mundo confunde con un dinosaurio (juguete favorito de Beto) o el famoso Dusty fumigavión (el nuevo consentido de Deus) no los olvides, ni los dejes en tu casa, porque el espacio que te ahorras en tu maleta del bebé no se compara con la angustia del berrinche que hace tu hijo al enterarse que no llevaste a su "tuti y po" a casa de su abuelita.
  • Trata de que el personaje que le guste y que veas tan mono en el supermercado para comprárselo sea adecuado a su tamaño para que tanto él como tu puedan manipularlo con facilidad.
  • Y por último y creo yo más importante, cuídalo, pero cuídalo mucho, en serio, como a una reliquia, evita a toda costa que se pierda, o se dañe y quede irreparable, porque ahí ni el mismísimo Buzz Lightyear en persona podrá rescatarte. Por suerte no me ha sucedido pero temo constantemente que ese día llegue.

domingo, 24 de mayo de 2015

Las ventajas de ser una mamá joven

Recuerdo que cuando era  niña veía todo lo que mamá hacía por mi y por mi hermana, soñaba con algún día ser yo quien cocinara, preparara los útiles escolares,  jugara y contara historias a unas pequeñas personitas, lo veía tan lejano pensaba "Cuando tenga 25 años me casaré y tendré a mi primer hijo a los 27 años". Ahora me río un poco porque no hice nada de eso, me casé a los 22 años, a los 23 tuve a mi primer hijo y ahora a punto de llegar a los 25 ya tengo un segundo bebé de meses.

En fin, reflexionando bien no me molesta ser una mamá joven, porque de verdad tiene sus ventajas ¿Cuáles? Bueno, estoy mas familiarizada con las cosas actuales, el tipo de caricaturas, películas, juguetes y gadgets que les encantan a los niños de ahora (debo aceptar que no voy de acuerdo con muchas de esas cosas, pero ese es otro tema).

También puedo saltar, correr y arrastrarme sin que todos los huesos de mi cuerpo crujan en señal de una amenazante fractura.

Puedo sentarme en el piso a ver como mi hijo juega con sus cochecitos sin gran esfuerzo al levantarme, y definitivamente tengo más energía, aunque eso no significa que a veces es agotador.

Me siguen gustando las cosas dulces y ácidas y las combinaciones extrañas de chilitos y chamoy.

Me gustan mucho las películas infantiles y no me canso de verlas aunque me pidan 4 veces la misma película en un solo día.

Sigo teniendo algo de niña y junto con mi esposo no nos da miedo hacer el ridículo siempre que consigamos hacer sonreír a nuestros hijos con nuestras payasadas.

Lo que me pone mas contenta es que, si Dios me lo permite, tendré mucho tiempo para verlos crecer y estar con ellos en cada paso que den, y ese será el mejor regalo.

A veces, cuando voy por la calle, la gente me mira como si fuera un pecado que tenga hijos a tan temprana edad (debo aceptar que mi apariencia no me ayuda demasiado, la mayoría me dice que luzco como alguien de 16 o 17 años) al principio esa actitud me molestaba y pensaba: "Tengo 23 que no lo entienden, y aunque fuera una chiquilla no es de su incumbencia nadie tiene derecho a juzgarme" ahora me lo tomo con mas calma porque pensándolo bien si estoy algo joven jeje (la mayoría de mis amigos ahorita piensan en irse de fiesta, en cuantas chicas van a ligarse, o si regresar o no con sus novios.... cosas así). 

Pero bueno, lo cierto es que cada quien decide cual es la edad más adecuada para tener hijos, y esta perfecto, hay veces que las cosas llegan inesperadamente y también sucede que a veces planeamos demasiado los acontecimientos, la única verdad es que nadie esta completamente preparado para ser padre.

Bienvenida

Cuando me enteré que iba a ser mamá por primera vez estaba muy contenta y emocionada, al mismo tiempo que confundida pero sobre todo aterrorizada. Tenía miedo, de no saber que hacer, de ser una terrible mamá, de que mi bebé no llegara sano, de lo desconocido; en fin llena de dudas e inseguridades pero inmensamente feliz. Pensé que era la única persona que se sentía así.

Ahora que tengo dos hermosos hijos sigo con miedo, no voy a mentir, pero durante este camino he conseguido ver que como yo, hay muchas mamis, inexpertas, inseguras de su labor, siempre pensando si lo que hacen es correcto para sus hijos pero sobretodo contentas y orgullosas de ser madres.

Decidí comenzar a escribir mi experiencia como madre porque quiero que otras mujeres logren identificarse y saber que no están solas, que las dudas las podemos compartir así como las alegrías y logros de nuestros pequeñines, sin mas por decir les doy la más cálida bienvenida a mi blog.