martes, 19 de enero de 2016

Corro, Vuelo, Me acelero

No sé ustedes, pero una vez que un bebé aprende a desplazarse por sí solo ya no hay quien lo detenga; ya sea gateando, rodando, sentado, o recargado en algún objeto, la casa se vuelve suya y nosotros tenemos que estar como locos detrás de ellos para evitar que les suceda algo, como que les caiga encima todo lo de la mesa por que ya jalaron el mantel, o los aplaste el árbol de navidad en épocas decembrinas, o que se aplasten los dedos con los cajones del escritorio, en fin muchas cosas.

Pero a veces algo parece conspirar en nuestra contra, hay días buenos, malos, tranquilos, y agitados, y no niego que es muy divertido pero que angustia cuando lo ves sentado entretenido con algo y al siguiente instante cuando sólo volteaste para mover la cacerola del arroz ya no esta ahí ¡No está!

Aquí una serie de cómicas y accidentadas situaciones de esta etapa, cuando tengo un poco de paz la verdad es que me río de mi misma, sólo de imaginarme como me veo al borde de la histeria no lo resisto.

1. Los utensilios de cocina.

No sé exactamente que es lo que tengan estos artefactos pero pareciera que tienen un conjuro de atracción hacia los bebes, las cucharas, las cacerolas, las flaneras, los moldes, los vasos, etc, por más que tengan los mil y un juguetes coloridos a la mano dale una cacerola y una cuchara y lo tendrás entretenido un buen rato, en mi caso estos utensilios los tengo a nivel bajo así que Beto fácilmente tiene acceso, nosotros "inteligentemente" le cerramos el paso a la cocina con algún mueble pequeño o una caja ocupada pero no contamos con la sagrada bondad de mi hijo Deus que muy amablemente le abre el paso para seguir jugueteando por doquier. Ven, Conspiración

Claro aunque los nenes están más grandes los utensilios de cocina siguen siendo igual de atrayentes, deberían ver qué bonita orquesta de percusiones se forma, los perros aullan como verdaderos ángeles.

2. Fastidio por aquí, fastidio por allá.

Eso, a penas lo sacaste de un lugar peligroso y limpiaste la escena del crimen, ya está en otro sitio haciendo de las suyas, lo quitas de ahí, y de nuevo, eso multiplícalo por las veces que te plazca. Y para darle un toque más en cuanto comienzo a llamar la atención acude de inmediato el "defensor de la justicia Deus" (después haré una entrada de este tema) al rescate de su hermano como si le estuviéramos haciendo algo realmente grave.

3. Los golpes.

Con esta etapa también viene la época de los golpes, los moretones, los chipotes, así que hay que estar muy alerta, pero indudablemente de que se dan se dan. Y es que lo más frustante es que aveces sucede en tus narices, luego tratan de alcanzar objetos se resbalan y caen, o simplemente gateando se les va una manita y se golpean la carita, no te sientas mal, también es necesario que ellos aprendan a conocer lo que es peligroso por si mismos, claro que no vas a dejar que se caiga por la escalera o se aviente desde la cuna o la periquera pero hay golpes que son inevitables. No te sientas mal, es algo por lo que todos pasamos.

 4. Las tomas de corriente.

Ojo mucho cuidado con esto, pon protectores, o bloquéaselas con algo, porque es otra de las cosas que tanto les atraen, aunque hay unos verdaderamente pillos, nunca olvidaré cuando me llevaba a mi hijo mayor al trabajo y comenzó a gatear, mi jefe puso protecciones en todos los contactos para que estuviéramos más tranquilos, pero nunca olvidaré la sensación que tuve cuando Deus llegó hasta mi lugar se sentó, me mostro sus manitas y ¡Oh sorpresa! ahí estaban todos los protectores que el muy amablemente quitó, y solo me descuide un pequeño instante. Así que ya saben.

5. Flash.

Que alguien por favor me explique la velocidad de esos pequeños, a veces te das cuenta de que están cometiendo alguna travesura, te diriges al lugar de los hechos y como pequeños criminales ya no están, son tan rápidos que siempre me sorprenden, y más cuando voy detrás de mi niño y se me escapa como agua entre las manos, parece de mantequilla.

6. Las cajas de juguetes.

Como ya saben explorar, ya no esperan a que tu les des las cosas en sus manitas, siendo aún tan pequeños sorprendentemente se despachan ellos solos y consiguen sus objetivos, así que por alguna fuerza divina o yo que sé consiguen abrir las cajas (baúles, cajoneras tambos o en lo que guardes sus juguetes) y literal los derrocan. En mi caso la fuerza divina lleva el nombre del hermano mayor, aunque probablemente a éste si lo ayudo alguna.

7. Campo minado.

Y claro, no podía faltar que como van por todos lados con lo que llevan en las manos, se encuentran una cosa, y dejan otra la casa de verdad parece un campo minado, mi desventaja mayor es que me encanta andar descalza por la casa, así que mis pies sufren de verdad, en mi interior maldigo a los creadores de esas marcas de juguetes tan conocidas y a las no tan conocidas, pero claro, recoges algo, y de camino a llevarlo a su lugar ya pisaste otra cosa, la historia de mi vida.

Bueno éstas son algunas de las cosas que he vivido en ésta etapa en la que se encuentra mi bebé, con el mayor también me pasaron muchas cosas, como el que se quería subir a las cosas, apagaba el cpu, se llevaba los zapatos, tantas cosas, pero al final de todo la verdad es que esto es completamente maravilloso, es muy divertido ver como mi eposo está vuelto loco o como Beto se le encima a su hermano y el pobre no sabe que hacer porque sabe que está más pequeño.

En conclusión hay que disfrutar mucho esta etapa con todo y sus subidas y bajadas, como lo es todo en la vida, no hay nada más reconfortante que sentarte en el suelo y ver como tu mini-godzila acaba con el mundo. Chao :)

photo credit: determination via photopin (license)

sábado, 16 de enero de 2016

Mi Segundo Primer Año

Cuando supe que iba a tener a mi segundo bebé mi mayor preocupación era que mi primer bebe aún estaba muy pequeño (1 año) fuera de eso no tuve mayor preocupación, pensé que con la experiencia del primero y con el poco tiempo que se llevaban no iba a tener mayor dificultad, pensé que tenía ventaja. Me equivoqué.

Y es que yo sé que todos los bebés son diferentes; pero jamás me imaginé que mi Betito fuera la otra cara de la moneda de su hermano, es más desde el momento que nació quedó marcada esa diferencia, ya que a  último momento decidió nacer sentado, y un poco antes de tiempo, y claro por cesárea, el tuvo que quedarse un día más que yo en el hospital.

Los primeros días fueron difíciles para él, para mi, para todos en general, para colmo nació a 3 días de que comenzara el invierno, y como aspiro meconio al nacer me dijeron que tuviera cuidado porque podría estar delicado, así que cuando llegamos a casa me sentía muy ansiosa y con miedo. 

Mi bebé era realmente demandante, cuando tenía hambre lloraba como si algo malo le pasara, pensaba que sufría de cólicos por el llanto que tenía, si me tardaba un poco más de la cuenta para descubrirme y darle de comer ya era motivo para que llorara desconsoladamente. 

Pasaron las primeras semanas y seguía igual, sólo quería que lo tuviéramos en brazos, a penas lo colocábamos en la cama, o en el porta-bebé, pegaba el grito en el cielo, a veces me desesperaba un poco porque no podía hacer nada cuando estaba despierto ya que sólo lloraba, mi esposo siempre estaba a mi lado pero mi bebé siempre quería estar conmigo, así que no podía hacer mucho.

Luego a los 2 meses vino la bronquiolitis, maldita bronquiolitis, nunca en mi vida he tenido tanto miedo como el día que me dijeron que mi hijo se tenía que quedar hospitalizado por "dificultad para respirar" fueron los días más largos y desesperantes para mi y mi familia. Después de ese suceso me daba miedo todo, no quería que saliéramos a ningún lado. Me lo llevaba al trabajo pero todo el tiempo con temor, a los 3 meses la maldita regresó, pero desde el principio noté que la tos que tenía no era normal, era como en la vez anterior, así que esta vez no me tomó tan desprevenida, lo llevamos de inmediato a urgencias, con temor por supuesto, por fortuna no tuvo que quedarse regresamos a casa con medicamento pero juntos.

Con todo esto la entrada a la guardería se iba posponiendo, porque claro no estamos en posición de dejar de trabajar, pasaron 2 meses tranquilos y a los 5 meses ¡De nuevo bronquiolitis! La verdad es que estaba muy angustiada a penas estaba bien, cambiaba el clima y volvía a recaer, notamos que en la casa donde vivíamos había humedad así que no lo pensamos 2 veces y nos mudamos, todo mejoró.

Mi otro tormento fue que no quería tomar del biberón y no quería comer nada de nada, solo quería pecho, así que comenzó a tener peso bajo insistíamos pero no funcionaba nada, así que después de tantos consejos decidí ser un poco cruel, poner mano firme y no darle nada de pecho, funcionó, pero a la semana de que comenzó a comer se enfermo de nuevo :( esta vez le dio infección de la garganta, le mandaron antibiótico, extrañamente me sentí más tranquila porque era algo que estaba en mis manos, darle su medicina a tiempo y cuidarlo, no me sentía tan impotente, pero no todo era bueno, después del antibiótico de nuevo no quería comer nada, sólo leche, la situación mejoró al poco tiempo. Aunque hasta la fecha es algo con lo que seguimos batallando.

Después vino la guardería, debo aceptar que dio un cambio importante no tenía que estar con él a cada instante (me refiero a que ya podía dejarlo en su cuna o en su sillita sin que fuera todo un drama) y eso me tranquilizó bastante.

Con todo lo que había pasado, siento que nos volvimos demasiado sobre-protectores con él, lo estimulábamos poco en comparación de su hermano así que siento que tardó un poco en hacer ciertas cosas, aunque ahora es un remolino imparable que gatea por aquí y por allá detrás de su hermano, quien lo adora y lo protege de todo, verlos jugar es un regalo del cielo que no cambiaría por nada.

He leído en varios lados que la forma en que nace un bebé influye mucho en su carácter, y creo que es totalmente cierto, me imagino lo difícil que fue para mi nene llegar al mundo, tener una complicación y ser apartado de su madre, que era la persona que más escuchaba cuando estaba dentro de mi vientre, el pensar en lo solito y desprotegido que se sintió, me hace llorar inevitablemente. 

Este año ha sido un poco difícil y muy diferente, con cosas nuevas que no vivimos con nuestro primer hijo, todo fue diferente, pero aún así mi segundo primer año de mamá ha sido espectacular y lleno de alegrías. Sí, mi bebé es enojón, berrinchudo, llorón, exigente, impaciente, pero es realmente tierno, amoroso, su sonrisa ilumina cualquier habitación, adora a su hermano, es muy sociable y juguetón, así que lo adoro tanto como a mi Deus. Así que Gracias a Dios por el primer año de mi segundo bebé.

Esta entrada fue bastante larga, incluso así solo pude resumir lo difícil del primer año de mi segundo nene y me faltaron todas las alegrías que nos ha dado, ya será en otra ocasión.