domingo, 28 de enero de 2018

La terrible tarea y cómo lidiar con ella

Como les decía la vez pasada a mi tortugueus le cuesta mucho trabajo hacer la tarea, ya sea porque se aburre, porque se cansa, porque es muy repetitiva o simplemente porque es la tarea yb el piensa que podría estar haciendo algo más divertido con su tiempo, es todo un martirio.

Por suerte (o no sé como llamarle) en varios lados he leído y escuchado a varias mamás y papás el trabajo que les cuesta que sus hijos hagan la tarea, y seré sincera, en cierta forma eso me tranquilizó y alegró un poco, y no porqué esté bien, solo que pensé que no somos a los únicos que les pasa, en cierta forma te hace sentir más apoyado.

Así que bueno,nosotros decidimos tomar ciertas medidas con nuestro nene, debo comentarles que después de que sale del jardín de niños nos lo llevamos al trabajo y ahí pasa toda la tarde con nosotros hasta que al salir vamos por su hermano a la guardería, así que nosotros somos los únicos encargados de que haga la tarea, a veces se nos complica un poco por el trabajo pero hacemos lo que mejor podemos.

Bueno aclarando eso y el hecho de que no se me hace muy lógico que les dejen tantísimas tareas a un niño pequeño cuya atención es de  un  tiempo  limitado, confieso que aún estando en desacuerdo nosotros le dejamos muy claro que la tarea es su responsabilidad, así como la de mamá y papá es trabajar y mantener el hogar en orden, le recalcamos que tal vez no le guste pero que tiene que hacerlo, porque hay cosas que no nos gusta realizar pero está en nuestro deber hacerlo, así es la vida.

Lo entendió bien, pero eso no quiere decir que ya con eso gustosamente hacía la tarea, no, sería muy fácil si todo se solucionara así, así que eran horas de frustración y enojo, a veces nos desesperábamos, incluso ahora todavía nos pasa, pero ya es menos frecuente.

Así que lo primero que empleamos acción y consecuencia (en este caso mas bien era lo contrario a la acción) un día no llevó una de las planas que tenía que hacer y su maestra le puso una carita triste, eso lo hizo reflexionar un poco, le pregunté si siempre quería tener caritas tristes en su cuaderno y cargar con la pena de tener que decirle de frente a la maestra que no quería hacer la tarea, la respuesta obviamente fue NO.

Pero aún así le cuesta trabajo, así que después decidimos darle lapsos de 10-15, en 10 minutos hacía lo más que podía de tarea y quince minutos hacía algo que le gustara como jugar o ver algunos videos, después cambiamos los lapsos a 15-10, después 20-5 y finalmente terminaba una tarea completa y jugaba, terminaba otra y jugaba, últimamente le ha dado por hacerla toda de corrido para tener más tiempo para jugar, tamibén se ha dado cuenta que tarda más tiempo tratando de evitar realizar su trabajo que hacerlo muy rápido  tener tiempo de sobra para hacer las cosas que le gustan, ha sido poco a poco pero al menos ahora ya no le cuesta tanta voluntad. 

Cada niño tiene su ritmo, si tú estás pasando por lo mismo espero que algo de lo que mencioné te sirva, se necesita mucha paciencia, mucha comprensión y mucho aguantarse la risa cuando te sale con alguna ocurrencia para evitar hacer los deberes de la escuela, pero poco a poco entenderá que es su obligación, que el esfuerzo finalmente vale la pena y que no podemos andar por la vida con caritas tristes.

Hasta aquí mi reporte.

domingo, 21 de enero de 2018

La tortura de la maestra, o como la conocemos: La tarea

En 2017 entró mi tortugueus a segundo año de jardín de niños, y cuando iba a entrar me preocupaban cosas como: ¿Qué tal si no se adapta? ¿Y si va atrasado en conocimientos? ¿Y si llora? ¿Y si no le gusta? ¿Y si no aprende?. Muchas, muchas dudas e inseguridades, pero no, nada de eso, afortunadamente es un niño que socializa muy bien, le gusta aprender y de hecho aprende muy rápido, el único y pequeño problema (qué a veces parece enorme) es... sí justo lo que piensan LA TAREA.

En lo personal no soy mucho de criticar los métodos de enseñanza en las escuelas, tampoco me considero de esas mamás que victimizan a sus hijos haciendo a la maestra "la mala del cuento" y no, tampoco soy de la idea de que no les dejen tarea a los niños, en lo único que no estoy de acuerdo es la falta de creatividad, creo firmemente que la tarea es para reforzar el aprendizaje del niño en la escuela y para afirmar el hábito de ser responsables. Sin embargo creo que las formas de enseñanza están un poco empolvadas, se ha usado el mismo método durante años y en ocasiones da mucho que desear, en especial cuando mi hijo pasa casi 2 horas haciendo planas y no porque sean muy largas, el aburrimiento y la monotonía hacen que se vuelvan interminables.

Y seamos sinceros si a nosotros llegan y nos dicen, tienes que hacer 3 planas de "x" fórmula de excel decimos: no gracias.

La verdad es que no estoy de acuerdo con que pongan a un niño a repetir como perico mientras está sobre un cuaderno con un lápiz adormeciendo su mano, hay otras maneras, como utilizar recortes, materiales reciclables, manualidades, canciones, dinámicas con movimientos y palabras, tarjetas educativas yo que sé, a mi parecer deberían concentrarse en que los niños sepan primero lo que están escribiendo y si a eso le sumamos que es muy repetitivo, la escuela para el pequeño se vuelve todo un tormento, y lo que sucede después es que hay frustración de parte del alumno y los padres, apatía hacia los deberes de la escuela, y señalamiento por parte de los maestros porque "el niño no quiere trabajar en clase" y cuando le pregunto a mi hijo ¿qué hizo en la escuela? El responde: la plana de la letra tal, la plana de cursiva, la plana de matemáticas y la plana de inglés para luego encontrarme con la sorpresa de que en la mochila vienen más de esas tortuosas planas que hasta a mi me hacen llorar.

Y por cierto que quede claro que no generalizo ni afirmo que todas las escuelas y maestros sean lo mismo, el tortugueus actualmente asiste a una escuela privada y por recomendación de su educadora de la guardería estamos planteándonos seriamente cambiarlo de escuela (tal vez a una pública). 

Pero bueno, como decía no soy una madre muy solapadora, así que le expliqué a mi tortuguito que es su responsabilidad y que a veces hay que hacer cosas que no nos gustan, así es la vida. 

Y para no hacerlo más largo en el próximo reporte les contaré las mil y un formas para hacer la tarea que hemos empleado con nuestro nene. 

Hasta aquí mi reporte. 

miércoles, 17 de enero de 2018

Don Berrinchitos


Bueno pues solo para ponerlos al tanto mis tortuguitos ya están muy grandes, bueno aún son tortuguitos, mi torgueus casi cumple 5 y mi tortugueto acaba de cumplir los horrorosos 3.

Lo que me lleva al tema que vengo a platicar, y es que no está tan mal tener 3, claro, pero eso cambia totalmente cuando hablamos del tortugueto, y es que ¿cómo decirlo? el más pequeño de mis tortuguitos tiene desde muy chiquillo un carácter "difícil" y cuando digo difícil me refiero a endemoniado.

Lidiar con su mal carácter puede llegar a ser una hazaña, porque una cosa muy pequeñita puede hacer que se desaten las mismísimas llamas del infierno, bueno, no es para tanto pero creo que se podrán imaginar lo que pasa cuando se le dice la palabra más odiada: "No".

Les explico un poco, primero que él es el más pequeño, así que tiene un hermano defensor todo terreno, segundo desde pequeño fue un poco enfermizo, así que lo cuidábamos demasiado (sí, sobreprotegido) y por último desde pequeño tiene un carácter muy fuerte, si suman todo eso, tienen un pequeño monstruo destruye planetas.

Pero en fin, su educadora muy preocupada me mandó llamar un día para ponerme al tanto del comportamiento de mi hijo, y es que no solo eran berrinches de esos en los que parecen poseídos y necesitan un exorcista, no, era cosa de que se enojaba y comenzaba a golpearse la cabeza contra el suelo, nada tonto, no lo hacía tan fuerte para no lastimarse pero sí para alarmar a los demás (tal vez está mal que yo lo diga, pero siempre admiré su flexibilidad para que aún parado su cabeza pegara en el suelo, lo siento tenía que decirlo).
La educadora me dijo que era algo muy alarmante, a parte de los golpes no quería hablarle a nadie, ignoraba triunfalmente a todas las maestras de la guardería, parecía como si sólo el estuviera en la estancia y hacía lo que le venía en gana.  Me preguntó si lo maltratábamos, si teníamos problemas en nuestro matrimonio, si habíamos sufrido una pérdida bueno para no hacerla larga me hizo un interrogatorio completo y pensé (éste chamaco ya les agarró maña) porque casualmente y aunque su vocabulario no era muy extenso en la casa no paraba de hablar, cuando quería hacer berrinche lo parabamos al instante (no negaré que a veces si eran incontrolables) y bueno muchas de sus conductas no tenían nada que ver con las que la educadora me mencionaba, sin embargo le hice caso de llevarlo al psicólogo el cual me dijo que algo que le iba a ayudar mucho era ampliar y mejorar su lenguaje para podernos entender entre nosotros. Y la verdad es que funcionó perfecto, ahora que ya habla un poco más puedo explicarle porque puede o no hacer las cosas, porque debe hacer ciertas tareas y porqué no está permitido que se comporte de ciertas formas y él también ya me dice qué es lo que quiere, lo que le gusta y lo que no, y con todo esto aunque ya nos entendamos mejor, aunque ya habla más, aunque ya interactua con las demás personas, que ya obedece un poco más, aún así, con todo eso, cuando algo de lo que el quiere no se puede o no se debe hacer se desencadena toda una guerra donde el sobreviviente es el más fuerte y debo confesar que hay batallas donde ganamos y otras donde simplemente levantamos la bandera blanca. 

De regreso...

Después  años de no escribir, decidí que era tiempo de regresar, no me malentiendan no es porque no quisiera, simplemente es que no tengo tiempo.


En fin, lo que realmente pasa es que tengo  tiempo, el día no me ronde y para colmo soy de esas personas que quieren hacer todo a la vez. Pero definitivamente escribiré más seguido porque de verdad me encanta, incluso si mis palabras llegan solo a una persona.


Bueno, por hoy eso es todo, prometo no ausentarme tanto de nuevo para seguir compartiendo mi aventura de mamá.