miércoles, 3 de junio de 2015

Los primeros días del bebé

Apuesto a que muchas mamás primerizas se sentirán identificadas con esto.

Por fin vas a salir del hospital con tu pequeño, te despides y agradeces a las enfermeras y doctores que te atendieron, y piensas que ya te vas a casa disfrutar de tu bebé; ves a tu esposo o a tú mamá en algunos casos y sientes unas ganas incontenibles de llorar, de que te abracen y solamente llorar, porque estás muy feliz, porque pasaste un momento muy difícil y doloroso, porque no puedes creer el maravilloso ser al que le diste vida, porque te sentías sola, en fin por muchos sentimientos encontrados.

Después pasas por todos los protocolos de seguridad del hospital, y cuando se termina la identificación y te felicitan te sientes inmensamente feliz; pero tan sólo unos minutos después ya en el auto entras en pánico cuando el bebé te pide de comer, y remover el cobertor y tu ropa para poder alimentarlo se vuelven una misión imposible, te desesperas un poco y piensas: "Dios, era tan fácil cuando la enfermera me lo pasaba y solo traía puesta la bata".

Ya en casa, y después de una gran bienvenida, hay tranquilidad, que dura 5 minutos porque el bebé pide de nuevo de comer, además que tiene sucio su pañal, lo cambias nerviosamente porque no deja de llorar al momento que lo haces, y crees que probablemente lo estas lastimando o le duele algo porque de verdad ¡Cómo llora!

La primer noche es realmente frustrante, porque para empezar te duele cada centímetro de tu cuerpo, te mueves muy lento pero quisieras ser Flash para poder estar ahí en el momento en que empieza a llorar, a parte de que estás realmente cansada y tu esposo ni se diga después de estar al pendiente de ti cada momento. Le das de comer al bebé y estas angustiada porque no saca el aire y tienes miedo de que le de cólico, cuando se queda dormido de nuevo ahora eres tú la que no puedes dormir:
¿Y si llora y no lo escucho? ¿ Y si no está respirando y no me doy cuenta? ¿Y si se le regresa la leche y comienza a ahogarse?
 La segunda noche es igual de difícil, pero al menos ya sabes lo que te espera.

El primer baño ¡Que miedo! la verdad es que gracias a Dios mi mamá nos ayudó a bañarlo la primera vez (bueno cuando digo ayudó realmente me refiero a que hizo todo el trabajo difícil, y nosotros torpemente la asistíamos) pero te da mucho temor, de que se resbale, o trague agua, o le entre agua en los ojos o los oídos, y a parte de todo si llora desconsoladamente te angustias más.

Pasan dos días tal vez y entras en pánico porque no ha evacuado, y te alarmas, que tal si no está funcionando bien su intestino, y si le duele, no sabes si seguir dándole de comer porque no saca nada, no sabes si llevarlo al hospital; y luego...

...los cólicos, malditos cólicos, te sientes tan impotente, porque llora y llora y por más que haces no puedes calmar sus llanto (por eso precisamente es bueno hacer que saque el aire después de comer) y así es hasta que poco a poco te acostumbras y comienzas a controlar la situación y a no querer correr en círculos cada vez que llora desconsoladamente.

Sí, es muy difícil, porque cuando estás en el hospital estás rodeada de doctores y enfermeros que saben como actuar, pero cuando sales y estás en tu casa te enfrentas a todo lo desconocido. A todo eso le sumamos que casi no duermes, que te miras en el espejo y te dan ganas de llorar de verte tan demacrada, que tu esposo se tiene que ir a trabajar y te gustaría que se quedara todo el día contigo, que tus horarios de comida están completamente descontrolados, que no puedes tomarte un baño que dure más de 10 minutos, que produces mucha leche o al contrario no produces casi nada; en fin, incontables cosas que suceden. Y cuando crees que no puedes, que la angustia es tanta que sólo quieres llorar, lo ves ahí, acostado, con esa fragilidad, con su carita llena de inocencia, y te sientes en el cielo y es justo en ese momento en que sabes que todo, lo que sea, vale la pena, cada detalle, cada esfuerzo, cada lágrima todo vale la pena si puedes disfrutar ese momento de verlo dormir.

En el siguiente post consejos durante estos primeros días tan difíciles.

photo credit: Crinkles via photopin (license)p://

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