domingo, 27 de marzo de 2016

Las mini peleas

Siempre estuve consciente de que en algún momento las discusiones de hermanos entre mis hijos llegarían a esta familia, pensaba: "cuando tengan como 4 o 5 años ya me imagino los agarrones que se van a querer dar por algún juguete o por el programa que estuviera en la tele o por alguna otra tonta razón" así era mi inocente idea.

Nunca me imaginé que al tener 1 y 3 años respectivamente comenzarían estas salvajes mini peleas, y las llamo "mini" no porque las peleas sean pequeñas sino porque los protagonistas son realmente pequeños.

Debo mencionar que antes tortugueus casi no le hacía nada a su pequeño hermano, es más antes le dejaba tomar sus cosas o él mismo se las prestaba, tenía una especie de "inmunidad" a los maltratos de su hermano, pero tortugueto comenzó a gatear, y con ello pues claramente a desplazarse a donde se le antojaba, que por lo regular era en dirección a los juguetes de su hermano, al principio tortugueus aguantaba, pero nada más cumplir el año tortugueto perdió esa "inmunidad" y era víctima de empujones y a veces hasta golpes, la verdad es que me preocupaba mucho el hecho de que el más grandecito lo lastimara, el súper papá me "tranquilizaba" diciéndome que era normal y que en algún momento sucedería (claro, pero no tan abruptamente) de repente teníamos que llamarle la atención demasiadas veces a tortugueus porque literal lo sometía, lo rodeaba con un brazo y se le subía encima, o sencillamente se le sentaba en la espalda, lo empujaba, casi no le pegaba, pero nada más eso faltaba, y mi pobre chiquitín ahí estaba tras de los juguetes de su hermano, indefenso esperando misericordia.

O eso era lo que yo pensaba, porque pronto nos dimos cuenta de que de indefenso no tenía nada y así de pequeñito e inocente como lo veíamos tenía escondidos sus dotes oscuros de hermano menor. ¿Porqué lo digo? pues porque al pequeño tortugueto lo atrapamos con las manos en la masa, siempre que escuchábamos que empezaba a llorar el tortugueto (así se me ocurrió llamarlo) acudíamos al instante porque de seguro tortugueus (mismo caso) ya lo estaba maltratando, y éste a su vez ya andaba escondido en algún lugar porque bien que sabía que lo que hacía estaba mal, pero tortugueto no contaba con nuestra astucia, bueno no tanta más bien fue suerte, y es que un día por casualidad al pasar por donde estaban su papá vio que se tiró cerca de su hermano, comenzó a llorar y a sobarse la cabeza para que así pensáramos que lo había golpeado su hermano, yo al principio pensé que era una casualidad hasta que yo misma lo vi con mis propios ojos, no lo podía creer sólo tiene un año y nos engaño con mucha facilidad, a partir de ese momento comenzamos a darle a Deus el "derecho de la duda" y creo que ha funcionado bastante bien, al menos en el sentido de la justicia.

Ahora tortugueto ya no esconde sus negras intenciones y si quiere algo va por el, pero eso no significa que tortugueus sea muy tolerante y consecuente es ahí cuando la batalla de empujones, rasguños, golpes y piquetes de ojos comienzan y claro que el que las tiene más de perder es el totugueto. Lo que no significa que no haya hecho llorar unas cuantas veces a su hermano mayor, a veces me preocupa mucho el hecho de que se puedan lastimar mucho otras veces me relajo y pongo algún video divertido para distraerme claro que no dejaría que la sangre corra (bueno no tan literal) además tengo al súper papá que me apoya mucho.

Y bueno sobre este tema podría hablar muchísimas cosas pero eso ya lo haremos poco a poco en otras ocasiones. Lo que sí la moraleja: cuando peleen tus hijos escucha las dos versiones, o en casos de pequeños muy pequeños observa a los dos y toma en cuenta el carácter de cada uno para no cometer injusticias.

Espero poder escribir más seguido, la verdad es que me gusta mucho hacerlo pero a veces hace falta tiempo, así que espero saludarnos muy pronto.

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