lunes, 13 de junio de 2016

El drama de la medicina

Sufrimiento, temor, asco y sometimiento son algunas de las cosas que nuestros hijos experimentan a la hora de la medicina ¿ah no? mmm.... entonces sólo me pasaba a mi. Bueno la verdad es que no sé si sólo los niños que conozco son los únicos que cuando toca la medicina parecen poseídos de verdad pareciera que tiene uno que llamar al exorcista para poder controlarlos, y luego la fuerza que tienen, es increíble que una persona que no pesa más de 15 kilos pueda ser tan difícil de contener.

Cuando mi niño estaba más pequeño era todo un drama darle la medicina, y es que a penas veía el vasito dosificador y desaparecía de la vista, pataleaba, lloraba, gritaba desesperadamente, se retorcía y a veces nos daba miedo lastimarlo porque prácticamente había que forzarlo a tomarla, era muy frustante (con mi niño pequeño no había sido muy diferente) un día -después de que en la toma anterior de ese mismo día había hecho un berrinche tan grande que hasta vomitó la medicina y que le tuvimos que dar de nuevo las dosis- me paré frente a él con el vasito en la mano y le dije:

Vamos a hacer esto de la buena manera, tú te la tomás solito sin que papá y yo tengamos que sostenerte y todos felices ¿sí? ¡por favor!

Fué casi una súplica pero increíblemente funcionó, al instante agarró el vasito, introdujo el medicamento en su boca y lo pasó sin mayor problema, quedé realmente sorprendida y muy feliz y orgullosa de no rendirme.

Porque sé que a veces es muy difícil darles el medicamento a los niños, tanto que a veces como papás preferimos las aterradoras inyecciones, que si bien no son malas a ellos les duelen mucho, y aunque sea solo por un rato siendo tan pequeños ellos y a veces inexpertos nosotros podemos llegar a lastimarlos, a veces los llevamos a que se las apliquen pero muchas veces las infecciones no estan tan fuertes y con un poco más de perseverancia podríamos evitarles el dolor.

Cabe mencionar que desde ese momento no he tenido ya muchos problemas para darles los medicamentos, bueno con mi niño más pequeño seguimos trabajando en eso.

También hemos probado varias formas para darles la medicina, porque de verdad que hay muchas que tienen un sabor espantoso que ni siquiera yo tolero mucho, y en esos caso uno tiene que buscar la forma, lo que sí, no es muy recomendable ponerlo en algún alimento liquido como jugo o leche (ya lo he hecho debo confesar) porque muchas veces detectan el sabor de  la medicina y ya no se la toman asi que desperdicias 2 cosas.

Nosotros hemos probado darle rápido la medicina y después darle algún líquido que le guste, dejar que se lo tome de una jeringa, ya que les gusta mucho ver como van jalando el émbolo al succionarlo y tratar de hacerlo más rapido, claro que es mejor cuando tú estás de porrista, hablar con él también funciona muy bien porque aunque está pequeñito si le explicas que es para que se le quite el dolor (o cierto padecimiento) es un poquitín más facil que acceda a tomársela.

Bueno con lo que sí no hemos tenido mucho éxito aún es con aplicar las gotas de los ojos, así que cuando se las ponemos le da mucho sentimiento, pero lo apapachamos un rato y se le pasa.

En fin lo importante es que si le das la medicina sabes que es porque lo amas mucho y quieres que esté bien, así que si te queda un sabor amargo de culpabilidad piensa que es por su bien y dale mucho mucho cariño.


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